viernes, 28 de agosto de 2009

Capítulo 50: Crisis en Tierra Asesina, última parte

Crisis en Tierra Asesina, episodio XII: (¡Sí, el 50!)

AA: Vos sos... ¿vos sos 'el Creador' del que tanto me hablaron?
M: Sí, pero mejor decime Martín. Si me decís 'Creador' parece que hablaras con Dios.
AA: Vos... ¿vos mataste a Ojos Claros?
M: Y... de alguna manera sí, pero...
AA: ¡Te voy a matar, hijo de puta! ¡Te voy a...! ¡AAAARGH! ¿Qué me estás haciendo? ¡Me estalla la cabeza!
M: Nada. Sólo quise que te doliera mucho la cabeza, y entonces te duele. Yo decido lo que te pasa y lo que no te pasa. Lo que hacés y lo que no hacés.
AA: ¡No! ¡Nadie puede hacer eso!
M: ... "yo decido por mí mismo"... Ibas a decir eso, ¿no? Porque yo iba a hacer que digas eso.
AA: No lo puedo creer. Iba a decirlo, sí. Mirá, Martín, no entiendo nada, lo único que sé es que era feliz y de repente mi vida se destruyó. Si vos podés hacer todo, ¡podés lograr que todo vuelva a la normalidad!
M: Sí, puedo... ¡pero no puedo! ¿Qué les digo a los que leen tu historia? ¿"Fue todo un sueño"? No, ni a palos. ¡Tengo que ser realista!
AA: ¡¿Qué realista ni que ocho cuartos?! Por favor, Martín, sólo vos podés devolverme a los que quiero... ¡por favor!
M: Mirá, vos sos un invento estúpido que nació de la nada. Los que te conocieron a través del blog seguro que todavía no entienden tu historia. ¡No existís realmente!
AA: ¡Sí existo! ¡Existo, Martín! Como me dijo Destino alguna vez: mirá adentro tuyo, pero mirá como nunca antes lo hiciste. Ahí vas a encontrar la respuesta.
M: ...
AA: ¿¿¿Y???
M: ...
AA: ¿Existo o no existo?
M: Sí, existís. De un modo que pocos pueden entender, pero existís. Y no puedo creer estar diciendo esto.
AA: ¿Entonces vas a volver a la vida a todos?
M: Pero... ¿qué hago con la historia que escribo? ¿Cómo explico las cosas?
AA: Perdón, ¿no? Pero... ¿no era que no te importaba lo que piensen los demás?
M: Esteee... ¡Bueno, sí, me importa! ¿Y qué?
AA: Nada, nada, todo bien.
M: Bueno, ¿entendés? Todos tienen que seguir muertos porque, si no, pierdo credibilidad.
AA: ¿Pero qué me importa la credibilidad? ¡No me podés hacer esto! ¡No me creaste para sufrir, para extrañar, para morir! ¿Con toda la mierda que hay en el mundo real, toda la injusticia, agregás más mierda a un mundo al que podés hacer copado? Aunque sea en un mundo imaginario, podés hacer que todo termine bien una vez...
M: Ta' bien... Me convenciste. Escuchame, en mi pieza tengo una máquina del tiempo que está sin pilas. Con eso podemos hacer algo...
AA: ¡Ni hablar, che!
M: Aguantá que la voy a buscar.
AA: ...
M: Acá está. Bue, ahora la activo y listo, todo joya. Pero si a los que leen tu historia no les gusta el final, ¡te cago a trompadas!
AA: Está todo bien, les va a gustar, vas a ver.
M: Che, ¿viste el partido de Valencia?
AA: ¡Sí, qué golazo que hizo el Piojo!
M: En Racing hizo mejores...
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M: Bueno, esto se acaba. Ahí tenés mi teléfono. ¡Llamame, eh!
AA: Sí, ni hablar. Si vuelvo a ver a Ojos Claros, te llamo todos los días.
M: Bueno, viejo, ¡un gustazo verte!
AA: Sí... Lástima que los que leen tu historia no saben lo que vamos a hacer cuando nos veamos de nuevo, ni cómo sigue mi historia...
M: No importa: ¡si son unos mediocres!
AA y M: ¡Jajaja! ¡Bwa-ha-ha! ¡Jua, jua, jua! ¡Jojo! Aaaay, qué cago de risa...

¡¡¡SPLOOOOT!!!
(efecto especial, se activa la máquina)


El Asesino Anónimo capítulo 40

Racing está igualando 1-1 con Gimnasia de Jujuy y con ese resultado es campeón después de 33 años. El referí adiciona sólo dos minutos... y a los 46 del segundo tiempo, Racing mete el segundo y gana 2 a 1 gracias a que la pelota hizo un movimiento nunca visto en el aire. "La Mano de Dios", dijeron los de Racing. "La mano de Martín", gritó el Asesino Anónimo, sin saber por qué, mientras festejaba.
¡RACING CAMPEÓN! Ahora sí, la alegría para el Asesino Anónimo es completa. Lo espera un futuro feliz junto a Ojos Claros y lleno de cosas copadas.
A la salida del estadio se cruzó con unos hinchas de Independiente a los que les dio un boleto de colectivo y salió corriendo. Cuando lo leyeron, decía:


VAN A MORIR.
EL ASESINO ANÓNIMO


FIN


Aburrida e interminable nota del autor (1999):
No puedo creer hasta dónde llegó esto. Algo tan simple como un boleto con seis palabras se convirtió en una saga de 50 partes de la que, realmente, espero que hayan disfrutado tanto como yo. Y si se engancharon con un personaje que luchaba por la justicia, algo tan viejo como cursi, debe ser porque todos tenemos en algún lugar esas ganas de intentar hacer todo un poquito mejor.
Ante tanta mierda que hay en el Universo, el objetivo de esto era que se caguen un poco de risa, aunque sea un rato. Si alguno de los episodios les sacó una sonrisa, les hizo sentir algo (asco, náuseas, emoción, confusión) o los hizo pensar, el objetivo ya está cumplido.
Seguramente en algún momento pensaste: "Qué boludo tiene que ser este pibe para hacer esto. Que al pedo que está". Y tal vez tengas razón. Tal vez sólo sea un boludo que está muy al pedo, pero un boludo que cree que todo puede ser mejor. Ése es el concepto del que nació el Asesino Anónimo: un boludo que intenta mejorar las cosas.
Agradecimientos: a Grant Morrison, H. G. Oesterheld, Johyn Byrne y a tantos otros a los que les robé ideas descaradamente - a Luis, por reírse con cada capítulo gracioso y decir ¡qué cagada! con cada capítulo aburrido - a Lucas, que se enganchó tarde - a los dos, por tomarse con humor sus apariciones en la 'Gran Saga' - a Walter, por el apoyo psicomental y el desgaste psicomental - a Nicki - a Damián, por ser uno más de La Acadé - a Marcelo, aunque no tiene nada que ver - a Federico, por dejar que lo incluyera - a Emiliano, por tomarse la molestia de leer algunos episodios - a Maldonado, por no faltar nunca - al que dejó las fotos en Disco, por darme material para trabajar - a Lucía, por analizar los capítulos sin ser 'superficial' - a Laura, por no molestar - a Soledad, que la pongo para que no se sienta mal - a Ivana, por tirar buena y mala onda en dosis iguales - a Mariela, por hacerme cagar de risa con sus 'frases' - a Cristina y Natalia, por no enojarse por recibir pocos episodios - a Gastellussarry, por ser fuente de chistes fáciles - a Juan Manuel, por los chistes sutiles - a Carola, por la inspiración - a Claudio López, por ser tan grande - a Capparelli, por ceder sus horas para hacer estas boludeces - a Nekro, por la actitud - a Racing, por existir - a Marina, por las sonrisas - a Michael Jordan, por ser lo más parecido a un superhéroe - y a todos los que intentan hacer las cosas bien.
Bueno, no sé qué más poner. Son las tres de la mañana y un confortable colchón me espera. Sólo me queda recordarles que el alcohol destruye neuronas; el cigarrillo provoca cáncer (¡de posta!) y las drogas te arruinan la vida.
Nada más, gente.

"Sería el tipo más feliz, estaría tan contento si por un momento me escucharas de verdad. Sería el tipo más feliz si algún día aplicaras en tu vida las consignas que hoy gritas aquí. ¿Estás ahí?" (Fun People, 'Rebel Pose')

"Tienes que encontrar amor en un mundo mejor, ir perdiendo el temor, deshaciendo el dolor y dejarlo pasar, ir en busca de algo mejor" (Babasonicos, 'Tripeando')

"Y yo termino porque muero de sueño" (Martín Estévez, 'Asesino Anónimo 50')

PD: ¡¡¡VAN A MORIR!!!

miércoles, 12 de agosto de 2009

Capítulo 49: Crisis en Tierra Asesina, parte XI

Crisis en Tierra Asesina, episodio once: Revelaciones

Tras horas, días, semanas de caminar y caminar, el Asesino Anónimo llega a "El lugar nunca imaginado". Y conversa con uno de los seres que vive allí.
AA: ¿Qué lugar es éste? ¡Nunca lo escuché nombrar!
Poblador: Es una larga historia. Según lo que mis abuelos me contaron, existe un mundo inventado por alguien. Todo está pensado y creado por esa persona. Pero hay lugares, como éste, que no se acordó de inventar, que jamás inventó. Entonces, este lugar está aislado del resto del mundo. Es 'el lugar nunca imaginado'.
El Asesino Anónimo lo miró, comprendió y siguió caminando.

El Asesino Anónimo, más tarde, llegó a otro lugar que jamás había visto: "El país de la felicidad". Su solo nombre ya le pareció absurdo. Preguntó a un hombre...
AA: ¿Y este lugar? ¿Qué es?
Hombre: Esta región es la parte optimista de quien creó nuestro mundo. Acá somos todos felices. No hay odio. No hay guerras. No hay divisiones. Cada vez que el Creador se siente feliz crea nuestras historias, entonces siempre somos felices. Por eso este es 'el país de la felicidad'.
El paisaje y su mente se borroneaban por momentos. Sin embargo, el Asesino lo saludó, le mostró las fotos que llevaba con él y siguió su marcha.

Sintiéndose ya algo cansado de tanto caminar, el Asesino llegó a otro lugar, pero no había ningún indicio de cuál era su nombre. Entonces preguntó a una mujer...
AA: ¿Dónde estamos?
Mujer: Oh, este lugar tiene muchos nombres, pero son tan horribles que nadie quiere recordarlos. Fue hecho con las más oscuras porciones del alma del Creador. Sus miedos, sus frustraciones, su dolor. Este lugar es tan terrible como la parte oscura de tu alma, de la mía, del alma de todos. Y sólo permanecemos condenados aquí porque el Creador lo desea.
El Asesino Anónimo la observó con algo de pena, la saludó y siguió moviendo sus pies...

Un sitio tan abominable que hasta su nombre horroriza

En su irrepetible y extraña recorrida, el Asesino llegó a un lugar habitado por chicas, la mayoría muy lindas. Se acercó a una y le dijo...
AA: Perdón, ¿dónde estamos?
Chica: Estamos en el Mundo de la Belleza. Está habitado por todas las personas por las que el Creador sintió algo especial, por todas las mujeres de las que el Creador, aunque sea por un instante, se enamoró. Viene cuando quiere recordar a alguna de nosotras. Es un sitio muy especial para él.
AA: Pero... ¿ustedes son reales?
Chica: Tan reales como vos, el Creador o quienes leen lo que el Creador escribe.
AA: Oh.
La mente del Asesino Anónimo jugaba su propio ajedrez. Saludó con una reverencia y continuó su marcha.

Claro: nuevamente el Asesino llegó a otro lugar, donde todo se veía en dos colores, pero no eran negro y blanco, sino celeste y blanco. Y preguntó a un chico...
AA: ¿Me podrías decir qué lugar es éste?
Chico: Esto es el Planeta Racing. Acá viven todas las personas que el Creador relaciona con la Acadé. Convivimos con recuerdos, esperanzas... Mirá, ahí pasa corriendo el Piojo López.
AA: ¿Y vos quién sos?
Chico: ¡Uy, no me presenté! Soy Matías, el primo del Creador.
AA: ¿El primo? ¿y te tiene acá?
Chico: No soy el verdadero Matías. Sólo soy una parte de su alma que vive acá por gusto.
El Asesino Anónimo miró un par de goles de Racing, que se sucedían en cada rincón, y siguió su camino.

Pasaron horas y horas, y por fin el Asesino vio movimiento, construcciones, otro lugar. Vio también a un hombre con capucha, y le preguntó...
AA: ¿Qué es este lugar?
Capucha: Es el Limbo de los personajes olvidados. Aquí vivimos todos los personajes que el Creador creó, pero que por el momento no recuerda. Tal vez conozcas a alguno, como Chaperro, que era una mascota con cuerpo de tubo de cartón, o el Pega-Bichos, que fue olvidado hace poco tiempo, por lo tanto recién llega. Pero seguramente no conocerás a la mayoría: Poderoso, Anselmo Butarque y otros...
AA: Entonces, espero que se acuerde de ustedes y puedan salir.
Capucha: Sí, seguro lo va a hacer...
El Asesino Anónimo lo saludó y siguió su viaje.

Agotado, casi sin fuerzas para mover sus piernas, llegó a otro lugar. Un hombre parecía esperarlo, firme.
AA: ¿Y esto? ¿Esto qué es?
Hombre: Es La Antesala. El lugar por el que deben pasar todos los que desean llegar hasta el Creador. Aquí se decide quién puede acceder y quién no.
AA: Y yo... ¿puedo pasar?
Hombre: Claro que sí. El Creador sabía que vendrías. Él lo sabe todo. Para llegar, sólo debes caminar diez kilómetros a través de este sendero. Éxitos.
Y el Asesino Anónimo, con sus últimas energías, comenzó a desandar. "Caminante, no hay camino. Se hace el camino al andar".

Tras caminar y caminar y caminar sin poder acomodar sus pensamientos durante diez kilómetros, el Asesino llegó a una casa de dos pisos, bastante linda. Con algo de temor, con incertidumbre, inevitable y fatalmente hizo lo que debía hacer: se acercó a la puerta, pues las rejas estaban abiertas, como dándole la bienvenida. Con la mente ya totalmente bloqueada, nublada, y sin saber qué esperar, el Asesino Anónimo golpeó la puerta. Se abrió lentamente y apareció un chico: anteojos, camiseta de Racing, bastante alto...

-"Hola. Soy Martín Estévez. ¿Querés pasar?".


¡ESTO SE ACABA, SEÑORES!