jueves, 22 de julio de 2010

Bibbo Nº4

Metalo agarra a Damián del cuello y comienza a reír demoníacamente, disfrutando del momento de golpear y matar. Pero nadie contaba con... ¡el Poderoso Nicki!, quien arrojándole sus nuevos anteojos explosivos destruye a Metalo y salva al Gran Damián. Bibbo recupera la conciencia y grita: "¡Ey! ¡YO tenía que ser la estrella! ¡Ésta es MI miniserie!".
"¡Pero qué desagradecido!",
dice Nicki. "Encima que lo salvo... ¿a vos te parece?". A lo que Damián pregunta:
-Vos tampoco habías aparecido antes, ¿qué hacés acá?.
-Nada, quería figurar para hacerme famoso. ¿Estuve bien, no?
-¡No!
-dice Damián sin demasiada razón.

Así, todos terminan comiendo un asadito en lo del Justiciero Nocturno. Encontramos en la fiesta a Bibbo (que se lamenta por no haber aprovechado su miniserie para ser más popular que el Asesino Anónimo), Nicki y Damián (contentos por ser parte del elenco a partir de ahora), el Justiciero Nocturno (obviamente), Mariela (en representación de Las de Más Atrás), Soledad (represetando a Las de Atrás), La Chica Asesina, Federico, Bicho Azul y (suspiros) Ojos Claros, más hermosa que nunca.

Listo. Dicen que "lo bueno, si breve, dos veces bueno". Entonces la miniserie termina acá. (Bibbo recomienda escuchar "La parte de adelante" y "Paloma" de Andrés Calamaro; y "A mi manera" de Fun People).


Nota del autor: Esta miniserie fue realizada el día 4 de enero del 2000 con "Honestidad Brutal" de fondo. Gracias a todos los que la leyeron con entusiasmo y al Chelo Marcelo Alejandro Delgado por tantas alegrías durante esos mágicos cuatro años y medio. ¡Cheloooo, Cheloooo...!

Bibbo Nº3

Y así, Bibbo y Damián van en busca del poderoso Metalo. La lucha es muy pareja, más teniendo en cuenta que mientras Bibbo pelea, Damián está jugando con una latita... Pero bueno, seguimos. Damián tira un caño y hace la pausa. Mete el centro y Metalo la empuja: 1 a 0. Termina el primer tiempo y vuelven a la lucha. Metalo deja tirado a Bibbo. Se acerca a Damián y le dice: "Como me hiciste meter un gol, te voy a dar una chance de sobrevivir. Si pateás la latita y pasa entre esos dos árboles te dejo vivir. Y si no...".
"No sigas", dijo Damián con toda la fe. Con su clase, lograr eso es una pavada. Enfrenta a la lata y le pega con certeza, parte interna del pie derecho... tres metros afuera. Di hasta mañana, Damián...
-"¡Hasta mañana!"
-No, idiota, ¡era para ponerle emoción!
-Ah, perdón.

¡Termina en el próximo episodio!