El Asesino Anónimo recibe la visita de Destino, el ser que controla justamente el destino de todo el Universo Anónimo. El Asesino sólo lo mira fijo y siente que su mente estalla. Y recuerda...
Recuerda una lucha sin fin... Recuerda una crisis aun más terrible que esta... Y recuerda a alguien...
-¡Es él! ¡Es Martín el que controla todo esto! Sólo desde el Universo Real se puede cambiar lo que está pasando. ¡Él me va a ayudar!
El Asesino Anónimo ya no tiene casa, pero sí ese pequeño cuaderno con fotos del Piojo López, de Ojos Claros y números telefónicos. Corre a un teléfono público y marca: 4... 2... 9... 8... 4... 3...
Pero Martín no contesta. Encuentra otro número y marca otra vez: 4... 2... 9... 8... 3... 9...
-Hola.
-Hola, ¿quién habla?
-Matu... ¿Quién es?
-Soy el Asesino Anónimo. Necesito hablar con Martín.
-No, mirá, Martín desapareció hace algunos días, justo cuando Menem estuvo por acá.
El Asesino Anónimo cuelga impulsivamente. "¡No puede ser!", grita. La verdad quedó al descubierto: Carlos Menem consiguió saltar la barrera dimensional y viajó al Mundo Real. Y no sólo consiguió llegar a la presidencia y dejó libres a muchos genocidas hijos de puta, sino que le quitó a Martín el control sobre el Universo Anónimo.
¿Quién podrá salvar al Asesino y a sus amigos?
Quedan 10...
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