martes, 17 de junio de 2014

Capítulo 92: La última historia del Asesino Anónimo, parte IV

Superman y un anuncio difícil
La última historia del Asesino Anónimo, parte IV: Ojos que no ven, corazón que siente

El Violador de Leyes mira a Ojos Claros desde lejos, estira el brazo y lanza un poderoso rayo sónico. El Asesino, que corrió como nunca antes para salvarla, se tira delante de ella y el rayo le estalla en la cara, dejándolo inconciente. Ojos Claros queda petrificada y ve cómo el Violador de Leyes se acerca para matarlos a los dos...

Pero no. Superman, que venía siguiendo al Asesino Anónimo, llega desde atrás y le pone una piña gloriosa en la nuca, dejándolo dormido. Aun sin poderes, se la banca. 

Un rato después, el Asesino Anónimo se despierta y exclama:

-¿Qué pasa? ¡No veo! ¡No veo! O veo... pero muy mal.

Superman lo mira con cierta compasión y le explica:

-Fueron los rayos del Violador. Te dieron justo en los ojos...
-Pero se me va a pasar, ¿no?
-Lo siento, pero no. Sólo hay una solución para esto.

Superman saca un cofre de su capa y se lo da.

-¿Y esto qué es? -pregunta el Asesino Anónimo.
-Anteojos. Es la única solución para tu problema. Lo siento.
-¿Los voy a tener que usar para siempre?
-No creo. Después de los 30 te podés operar...

El Asesino Anónimo no lo puedo creer. Ojos Claros se los pone. "Te quedan hermosos", le dice, lo abraza y se lo come a besos.

-Bueno, tenemos que irnos. No se olviden de que nos están buscando -los apura Superman.

Los tres parten hacia el escondite, esa cueva de ratas donde habitan todos ahora, no sin antes atar al Violador y llevarlo con ellos. Ojos Claros les avisa a las chicas en dónde están todos para que no se preocupen. Cuando llegan, descubren la total resignación en la cara de sus amigos. Ya han entendido que deberán vivir para siempre así, escondidos y sin poderes.

¡A sólo 8 episodios del final!

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